de su larga calma,
el aroma de las flores empañaban sus paredes blancas, las macetas se vistieron de colores y en el húmedo suelo queda reflejado el resplandor de quién las cuida con su alma.
En su arqueada espalda
descansa el paso de la vida
y de su patio siempre cuida
como el amor de una madre
cuando a su hijo amamanta.
«Patio» , de amor y desamor,
patio donde se cruzan
tantas miradas,
de tantas verdades que por sus rincones quedan ocultas
mientras sus mentiras
siempre hablan.
Volvieron geraneos y jazmines, helechos, enredaderas y arcadias,
y con ellas la
vida a ese patio…
patio blanco y de verde esperanza.
Poema propio.
Fuente de la imagen…
Autora y cedida… Leonor Fernandez