
Te escribo desde lo más
profundo de mi corazón
para que en el tuyo al igual que en el mío una a una
todas sus letras sientas.
Te escribe mi alma
que por ti no deja de sufrir
y en papel calado mis
pensamientos mojados
se ahogan entre poemas.
Acepto con total resignación tu ausencia,
sigo suspirando cada día por tu amor
y tu olvido encuentro siempre como respuesta.
Bendigo tanto el día que la conocí
como maldigo que hasta mi muerte no dejaré de quererla.
Escribo solo para…
¡Qué pena!
Poema propio.
Fuente de la imagen:
Propia.