el alma a pedazos,
la claridad del día me ciega,
me comen las entrañas, los sinsabores que ahora
me brinda la vida,
veo que todo de mí se aleja
y cuando quise descansar en él, solo me dijo, «todo está en la cabeza».
Ya sé, pensé,
que mis hijos mayores, mayores son,
que mi mujer en mí ya dejó de ser porque mi vejez adelantó
su apariencia,
porque mi padre hace tiempo
ya no está,
porque sin hermanos mi madre de mis cuidados no se aleja,
porque no tengo razón ahora de vivir,
y el morir ya no me importa
cuando venir quisiera.
Quise descansar en él,
en el consuelo
de cuando alguien desespera,
un gesto de bondad,
y sin mirarme a los ojos,
sin abrir su corazón
y con expresión corta dijo…
«Todo está en la cabeza»,
terminando con ello mi rezar.
Todo está en la cabeza.
Así me despidió el hombro donde me quise apoyar,
y así me quedó esta historia
con el amargor de una noche de verano para olvidar,
porque todo me quedó
en ningún lugar,
porque todo está en la cabeza,
me fui a dormir…
Y sin mañana querer despertar.
Poema propio.
Fuente de la imagen:
https://pin.it/5w8VqnC