Me he dejado ya todas las lágrimas
guardadas en el baúl de la dolencia.
Por eso es que puedo escribir estas letras y gritar en silencio al mundo
que ya estoy cansado de enterrar a mis más profundos amigos, que tan jóvenes de mi vida se están yendo.
Nunca sabré el porqué de su destino viajero,
si no sacaron billete para, dicen, tan feliz en el cielo encuentro,
si tenían todavía tanto y tanto que decir por aquí, donde todavía vivimos tanto los vivos como los que viven menos.
Me he dejado ya tanto dolor y lágrimas entre
tantas y tantas ceremonias,
que ya no quiero querer de más a nadie, porque ya solo quiero
de velatorios de iglesia asistir a mi propio entierro.
Me he dejado ya todas las lágrimas.
No quiero ser más el luto de nadie,
y si es que vuelvo a derramar, que sean de alegría y felicidad por la vida y por seguir viviendo,
y no por alguien que, cada vez que marchan…
un trocito de mi corazón también se va con ellos.
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Poema propio.
Fuente de la imagen… IA