
Se acerca la mañana
y sus entresijos.
Asustadas por el asomar del ruido y la claridad del instante, ratas y cucarachas tuercen al galope las esquinas qué como amigas por las cloacas de la vida
se despiden hasta que de nuevo la tarde poco a poco se suicida.
En nuestros relojes
habitan las prisas,
en los corazones, las ilusiones que vestimos sin vergüenza entre
las muchas y más mentiras.
Lo verdadero se esconde
mientras nuestra garganta
traga lo que los demás por nosotros digan y decidan.
¡Ratas y cucarachas qué pena!
Dueños de la noche
y de nuestras vidas.
Poema propio.
Fuente de la imagen:
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