¡Quien decide!
Cuando un espontáneo se tira a la plaza y con viejo trapo capea el embiste del toro, bien lo engaña y el público que llena el recinto comienza a llamarlo torero de grandes plazas.
¡Quién decide!
Cuándo un pintor de largo lienzo mancha de
colores o de grises negros, figuras deformadas y círculos entre rectas y descuadras que dice ser sus fantasías y alguien conocido lo bendice de gran genio, talante e inventiva.
¡Quien decide!
de la palabra el título de poeta
cuando en verso quedan escritos, sentimientos y reflejos del alma que desnudan al mundo
su tristeza y a la vez pasión por la vida, su belleza y desconsuelo.
¡Quien decide!
Si es el corazón quién manda
y todo lo demás que importa.
La vida nos dice que todos somos pequeños y grandes artistas que nos diferencia que para lo que yo sirvo tú no vales nada.
¡Quién decide!
Poema propio.
Fuente de la imagen… Propia