Repudio las frases hechas,  
aquellas vacías de corazón y sentimiento,
aquellas de palmadas que jamás consuelan,
aquellas que no dicen nada y carecen de alguna sincera palabra en sus letras.

Odio la sonrisa culta y educada,
aquella que traiciona para callar lo que de ti piensa,
aquella que dice "hola" y un puñal clava en la espalda cuando de sus ojos te alejas,
aquella aprendida para engañarte y vivir entre apariencias.

Repudio la palabra cuando solo es palabra,
y a quien a su lado me quiera,
cuando solo es algo que yo tengo
y de mí le interesa.

Repudio las frases hechas,
busco la verdad en la mirada,
en un mundo donde los sentimentos mueren
y del corazón se alejan.