Volvieron a sentir mis ojos
el aroma de los verdes olivares,
el respirar de un cielo azul
limpio y estrellado,
cubierto de silencios y patios
vestidos de blanco
entre macetas y tiestos
que descansan en el suelo
y que en sus paredes viven colgados.
De colores se vuelve el sentimiento
y un antiguo perfume cautiva
de nuevo el corazón
cuando a las raíces vuelves
como un hijo pródigo a su regazo.
Lloras instantes de rabia
porque el caprichoso destino de la vida
te llevó a otro tan distinto lado
que te olvidas casi siempre
de quién fuiste y eres…
y de la inocente infancia que de niño
de tus padres has mamado.
Poema propio.
Fuente de la imagen… Propia