OLYMPUS DIGITAL CAMERA

11.jpg

Su silencio calma mi desespero,
por sus aceras empedradas
derramo mi pensamiento
y sus sueños,
siempre que respiro su aire
en mi corazón se paraliza el tiempo.

Todo se vuelve puro y limpio,
el rechinar de las aves,
el acento seseante
ante cualquier encuentro,
la noche limpia y estrellada
mientras al día le entra el sueño.

Siempre se queda un trozo
de mí allí enterrado
cuándo de esa blanca aldea
me alejo.

Maruanas…te quiero.

392bb67021bff40ebd51e72c36130aab (1).gif

Poema propio.
Fuente de la imagen:
https://www.arquitecturacontemporanea.org/cordoba/portfolio/poblado-maruanas/

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *