La conocí no sé cuándo,
en cualquier lugar,
de no sé dónde.

Nos hablamos sin conocernos,
nos vimos sin necesidad de vernos

Hicimos el amor
sin siquiera tocarnos,
nos alejamos sin dejarnos,
nos amamos
sin saberlo.

La conocí no se cuando

Esclavos de rutinas y destiempos,
presos de nosotros mismos,
con la necesidad de tenernos
para volver a sentirnos vivos
en nuestro presente infierno.

Si todo fue un error
si la vida nos equivocó
¿Para qué saberlo?
El pecado se ha pagado
viviendo, quizá,
con quien nunca
se debió hacerlo.

La conocí no se cuando
Y no se cuando dejaré de hacerlo.




Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *