No quiero ser tristeza en nadie. Me apartaré de a quien quiero aunque el dolor me sangre. No se merecen los demás una pena, porque ante la vida, más que valiente, sea un cobarde.
No quiero ser tristeza en nadie. Me apartaré poco a poco, sin ser molestia, callado y en silencio, sin hacer sufrir a quien da un poco de vida a cambio de mi amargor y desconsuelo por donde mi vida pase. Egoísta y mezquino soy, porque en la vida, sin ellos, no sería nadie.
No quiero ser tristeza en nadie. Me quedaré en el rincón de mis letras sin hacer más agravio. Elegí la vida que vivo; si hay daño, lo quiero para mí mismo, sin ser lastre en nadie.
No quiero ser tristeza en nadie. Ahora la quiero solo para mí, porque los demás no se merecen mi presencia, ni que les robe el tiempo alguien que solo sirve, en vida, para enterrarse.