Aprendí a sufrir en silencio, a quererte como nadie lo había hecho, a no llorar frente a los demás, aunque mis lágrimas, como un puñal, se clavan en mi pecho.
Seré en ti espacio si lo deseas, seré en ti nadie que no quieras que sea, porque no quiero ser de nadie estorbo ni desecho.
Un nudo tiene mi garganta al escribir estos versos, creyéndome ser eterno en tu existencia, cuando solo fui un soplo de casual viento.
Así es que hoy quisiera soltarme y liberarme del peso del silencio, decirte "hasta siempre" para no olvidarte, y si es que me olvidas, no me pidas que también de ti yo tenga que hacerlo.