Quiero ser guardián de tus sueños
y encontrarte por los rincones más bellos de mi desorden,
y no haber sido en el estante de tu vida mero placer de tus solitarias noches.
No deseo que seas en mí verdad amarga,
ni licor agrio que pasó por mi garganta,
aunque para ti ya sea verso sin rima
ni presencia que a tus ojos acompañen.
Poema propio.
Fuente de la imagen IA