Adicto a las viejas costumbres,
a la penumbra de solitarios rincónes entre versos y rimas dispares.
No soy flor de invarnadero
ni la estrella que más brille en firmamento.
Ando a solas con mi pensamiento
con el que lucho y alejarlo quiero
pero se alimenta de mis secretos.
Amante de los días grises
del chapoteo de la lluvia
tras la ventana y del susurro del viento
cuando solo es en mi alma
calma y sosiego.
Son hojas en blanco
quien acompañan mis sueños
sentimientos que al mundo viajan
en mis noches de desvelo.
Poema propio.
Fuente de la imagen… IA