
Azahar, jazmín, azafrán y azucena,
olores en la ciudad.
Primavera.
Grandes cruces centran sus plazas,
cubiertas de rojas o blancas flores
que descansan en mantones de manila
y en colchas multicolores.
En el aire el eco de una guitarra
al son de un palo flamenco,
y al compás,
el baile de una alegre sevillana
que entre palmas y acordes
rinden homenaje
a la blanca paloma y su cielo.
Así es Córdoba y su mayo.
Juntos brindando con su fino blanco,
y entre salmorejos, japutas y gazpachos
deambulan sus gentes y carrozas,
respirando el aroma de sus calles y plazas,
de una mágico mes,
que termina con su feria,
empieza con las cruces,
y sigue con la fiesta de los patios.
Así es… Córdoba y su mayo.
Poema propio.
Fuente de la imagen:
https://icalendario.net/fiestas-religiosas/cruces-de-mayo