No quiero despedirme de este mundo
sin que sepas cuánto te he querido y quiero,
ya sea desde lo más alto del cielo o en lo más bajo de un frío infierno.
Tan grande es tu amor para mí, tan constante tu recuerdo que no sé si estoy vivo solo por ti
o si es que por ti muero.
Tu sonrisa al viento, el brillo de tus ojos más allá de un horizonte que nadie pudo imaginar.
La armonía de tu cuerpo,
que como ángel danzas al compás
de una música celestial con infinitos acordes
de tantísimos «te quiero».
Aun siendo tan pequeña, provocas tan grandes sentimientos en el corazón de quien te conoce, aunque solo seas para ellos instante pasajero.
Júlia de mi corazón…
¡Qué ué difícil es saber cuánto te quiero!
Poema propio.
Fuente de la imagen… Propia