y quizás también lo sea
para hacerlo en mí.
Resto de pocos días que acaban ya más temprano que tarde.
El sol sigue avanzando con sus galeones hasta victorioso
esperar el sosiego de la madrugada
y brillar en la senda de cualquier otra vida que su estela deja seguir.
Noche de tormento
y convulsas reflexiones,
donde entran y salen nuestros vivientes pragmáticos
e irreales personajes
arriba y abajo por una mente
que a veces solo piensa en morir.
Qué miedo la de esta noche
donde tan cerca de mí estuvo…
Y qué suerte cuando
al resplandor de la mañana mi pensamiento quiso vivir.
Poema propio.
Fuente de la imagen…
cedida por su autora:
RUBÍ ODETTE