
Se acerca la Navidad
allí donde parece que van quien
de verdad quisimos y a nuestro lado
ya no tenemos.
Madrugadas y desvelos,
silencios de almohada
sin mucho sentido ni consuelo
susurran en el vacío por primera vez de a quien ya no poder ver
y solo tener en el recuerdo.
La lluvia de los ojos ahoga mis mejillas cuando la veo con
claridad en el pensamiento.
«Madre»…
¡Cuanto te echo de menos!
Poema propio.
Fuente de la imagen… Propia