
Cuando llegue ese día
el del último beso en vida
el de la dolorosa despedida,
espero percibáis
al rozar mis frías mejillas
que para vosotros quise
lo mejor y un querer
más que a mi propia vida.
Alex y ALbert.
Mis dos hijos divinos,
mis dos hijos de ensueño,
en todos y ningún sitio
siempre les espero.
Vidas…
Que por ellos muero.
Poema propio.
Fuente de la imagen… Propia