
Cuando la locuacidad se hace
dulce o amarga pero no elegante,
cuando llora en cada párrafo
haciendo de su intención rabia sin ornamento ni rima que encaje.
De palabrería hablan de quien en las letras no tiene traje si porta
vocabulario estrecho quedándose en altos foros como suspenso personaje.
¡Quien no escribió un poema desde el corazón y guardó sin que leyera nadie!
Poetas somos todos…
Sin título ni con el
permiso de nadie.
Poema propio.
Fuente de la imagen. IA