Se me encogió el corazón
cuando ley su sentencia,
el alma, cuando
un amargo adiós escrito
me dejó porque en ella ahora
solo soy ausencia.
Agrio momento
de un amor estancado
por una vida de tormenta.
No quise ser daño en nadie amado,
no quise ser lamento ni dar pena,
no quise ser desconsuelo
ni ser digno de alguien
que no correspondiera.
La quiero como el primer día,
no dejo de pensar en ella
en este tiempo oscuro que ahora
vive mi presencia.
Sé que solo soy su herida
que de sangrar no deja.
Me quiso como flor a primavera,
me amó como raíz a su tierra,
no supe amarla como debía,
ella me dio su vida
mientras yo no supe merecerla.
Poema propio.
Fuente de la imagen:
https://pin.it/6CXrIjY