la entendí siempre de paso,
pero ahora que la conozco no solo
por fuera,vi en su interior
la luz que su alma lleva,
la bondad que atesora
en la mirada y en la palabra
y en el escuchar, haciendo
de la tempestad la calma
por bandera.
Así conocí a Rosa.
La recordaba solo de novia,
y ahora que nos vemos
en las distancias cortas,
la quiero en mi aprecio,
igual que yo espero ser en el suyo,
de alguna manera.
Qué suerte tiene aquel que a tu lado está,
aquel a quien le das tu respirar
y contigo amanece cuando
en tus ojos el sol despierta.