Te amé tanto que se me fue la razón
y sin ti la de seguir viviendo,
Son tus madrugadas
el alimento de mi desvelo
y tu ausencia puñal vivo
clavado en mi pecho.
Me condenó la vida al dolor eterno…
El de la triste soledad y el
de seguirte para siempre queriendo.
Poema propio.
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