Hoy por primera vez sentí su ausencia.
Como si la vida me hubiera regalado un amor
que solo ha sido fantasía de una mañana
donde a mi lado solo pude verla.
Ella vive todavía por querer vivir
y encontrar con quien compartir
leña y hoguera.
Yo la quiero en la distancia,
lo sabe, y yo sin conocerla.
Solo quiero que no me abandone
y que comprenda que no voy a luchar
por su amor, que yo, ya mayor,
no podría retenerla.
Que con que diga hola y adiós,
en mí siempre será poema.
Ay, mi Condesa
Espero ser de su calor,
aunque encuentre la mano
que la llama de su vida vuelva a encenderla.
Poema propio.
Fuente de la imagen… Propia