Todo cambia…
Ya sé que todo es temporal
en esta corta vida,
que nada es para siempre y hasta siempre también termina.
Se que una pasión empieza
cuando otra se olvida,
que el tiempo vuela y otras
veces las agujas del reloj en el alma clavadas como dardos quedan fijas.
Todo cambia…
Así me dijo y dejó
por quién entregué mi vida.
Quizás no fui quien merecía,
quizás no supe amarla cómo quería,
quizás solo fui pasatiempo que en cualquier momento, como abandonado y viejo perro, se arrincona y olvida.
Todo cambia…
Pero no se pueden
esparcir al viento cenizas
que todavía prenden fuego
de una pasión que todavía
vive en carne viva.
Todo cambia…
Solo me quedó un último deseo,
ojalá no sufras tú el mismo adiós,
de aquel por quien ahora suspiras,
porque es posible
que tanto vacío y silencio sea como mi presente…
Tu muerte en vida.
Todo cambia…
Palabras que de ti pensé
que nunca escucharía.
Poema propio.
Fuente de la imagen… IA