
Apostamos al juego de la pasión,
ni tú ganaste ni yo fui vencedor.
Me aparté de la vida y de ti…
sin ruido,
sin llamar a un lamento ni quejido
que pudiera en nosotros
causar ningún dolor.
Todo fue…
¡Qué bendito error!
El destino como vino se alejó,
tu ardor dormía en mi pensamiento que nunca despertó.
«Adiós», Sin pena quise decirte
entre palabras sencillas y
letras de amor,
en este poema de llanto
que nunca debí escribir…
poema que tú solo leyó.
Poema propio.
Fuente de la imagen:
https://pin.it/dztluLQ