aunque no me veas,
no dejo de escucharte aunque estés en silencio y de mí no sepas,
no dejo de acompañarte en mi camino aunque mis pies con los tuyos ahora enredarse no puedan.
Amiga, de sentimiento y alma,
que despiertas mis mañanas
y anocheces en mi pensamiento
sabiendo de si eres dolor o si tu corazón está en calma.
Quiero declarar mi amor por ti
en estos versos,
qué te acuerdes de mí
en tus buenos y malos momentos.
Si algún día te encuentras sola,
¡Llámame!, como cuándo yo lo hago cada vez que yo a ti te echo en falta.
«Sounne», Sounne,
Ay, mi querida hermana,
no te olvides de que te quiero
y cómo en estas huellas
de mis pies que dibujan la arena,
en mi corazón tengo las tuyas
bien marcadas…
«Sounne», te quiero…
como la noche a su mañana.
Poema propio.
Fuente de la imagen… Propia