de aquel pantalón azul corto marino que tantos pasos y carreras dio por esas calles empedradas de cultura, sabiduría, misterio, picaresca en un estrellado cielo limpio y divino.
De aquellas sonrisas y carcajadas sin a nadie tener que pedir permiso,
de esas orejas desabrochadas
que para los demás eran diversión de alegre motivo, para mí un suplicio diciendo a Dios… porqué tuve que ser yo de aquella separación
el elegido.
Si…
quise acordarme de cuándo era un inocente niño,
de una cadena de televisión,
blanco y negro eran sus colores…
Fútbol, toros, boxeo y la misa de las diez de los domingos.
Una emisora de radio, de flamenco y novela,
de
simplemente María decían, cambiando cuando los domingos por la tarde y a las cinco,
el equipo de nuestro corazón en la portería contraria hacía un gol feo o bonito.
Calle de los frailes número 14, si, allí al lado del cine de verano Delicias,
Allí, en esa casa de una misma puerta de entrada y salida y varios de vecinos.
Pintoresco barrio cordobés,
entre plazad de los Padres de
Gracia y San Lorenzo,
estaba y está casa Millan,
dónde mi padre cada día en su bar hacía su encuentro,
Alli, en la plaza San Juan de Letran, las cartas y el dominó
eran su desvelo, el humo del tabaco pintaba de blanco el techo,
y las palmas sonoras se escuchaban cuándo alguien necesitaba,
«Antonio»,
«su dueño y camarero.
A la vuelta tenia la calle del juego y de encuentros, calle del queso,
y muy cerca el colegio de salesianos,
entre campos de fútbol,
balonmano y baloncesto…
y en el porche, las mesas de ping pong, sus palas de corcho y picos
y nuestro reglamento.
allí pasaba las horas muertas
siempre entre pelotas de diferente tamaño pero con un único deseo
ser el mejor y divertirme siéndolo.
Quise recordar esos días,
hoy que vuelvo a ser pequeño odespués de tanto tiempo.
Sin ira ni reconres,
sin a la vida ni a la muerte tener ningún miedo.
ya no llevo pantalones cortos
y del flequillo, ¡Ay dios que me quedé sin pelo!
pero tengo la misma ilusión,
vivir el presente que estoy
viviendo.
Volví a ser churumbel y mi yo mayor al oido me dijo…
Felicidades te digo por tu despertar,
vuelves a ser aquel inocente niño que en libertad sólo quería jugar y querer con quien conmigo lo estaban haciendo.
Poema propio.
Fuente de la imagen… Propia