Te di mi inocencia,
te entregué mi juventud,
me importó nada
para ti solo vivir.
Me usaste como trapo viejo,
me dejaste en la tumba de tu adiós,
y sin decir palabra
con otro te marchastes.
Cruel separación,
nada tuyo quedó…
que vacío me dejaste.
Poema propio.
Fuente de la imagen:
https://pixabay.com/es/illustrations/las-manos-coraz%C3%B3n-rasgado-roto-1822982/