
de nadie tampoco soy ningún dueño.
¡Cuánta soledad entre pesares,
que hasta los latidos del corazón
se quejan de sufrimiento!
Aprendí un poco más de esta vida
ahora que vivo casi enfermo.
Tanto a los demás dado,
como callado silencio
me devolvieron.
Mañana si despierto
volveré a sentir por mí,
lo mismo que por todos
sentiré de nuevo,
«Nadie soy para mí» ,
nada es lo que parece…
Teatro del malo
el que estamos viviendo.
Poema propio.
Fuente de la imagen:
https://pin.it/1gzLupc