Pido perdón a la vida
Por, a veces, no quererla como ella lo hace en mí,
en cada segundo de sus días.

Qué mal pagador,
a quien me ofrece todo a cambio de nada,
y dudar de quien siempre está a tu lado,
digas lo que digas y hagas lo que hagas.
Aunque a veces la maldigas,
aunque a veces de tu corazón quieras alejarla,
es tanto su amor por ti que siempre vuelve,
aunque seas en ella comida que no sacia.

Pido perdón a la vida
Por haberla traicionado
y malgastado creyendo que era una mentira,
por ser egoísta en su tiempo
y no dejarme querer por ella,
cuando me suplicaba que en mi corazón
fuese bondad en difíciles madrugadas
que a veces no se olvidan.

Pido perdón a la vida
y a mí,
por no haber sido en los demás con
un poco más de sintonia
llevándoles la tristeza de mi soledad,
cuando mi soledad y tristeza
solo tengo que hacerlas mías.

Pido perdón a la vida
por no haberla tratado
como se merecía.