Pido perdón a la vida Por, a veces, no quererla como ella lo hace en mí, en cada segundo de sus días.
Qué mal pagador, a quien me ofrece todo a cambio de nada, y dudar de quien siempre está a tu lado, digas lo que digas y hagas lo que hagas. Aunque a veces la maldigas, aunque a veces de tu corazón quieras alejarla, es tanto su amor por ti que siempre vuelve, aunque seas en ella comida que no sacia.
Pido perdón a la vida Por haberla traicionado y malgastado creyendo que era una mentira, por ser egoísta en su tiempo y no dejarme querer por ella, cuando me suplicaba que en mi corazón fuese bondad en difíciles madrugadas que a veces no se olvidan.
Pido perdón a la vida y a mí, por no haber sido en los demás con un poco más de sintonia llevándoles la tristeza de mi soledad, cuando mi soledad y tristeza solo tengo que hacerlas mías.
Pido perdón a la vida por no haberla tratado como se merecía.