Amo las palabras cautivas. 
Aquellas que dibujan pensamientos libres, sin condiciones,
letras de colores que, al juntarse, conmueven y erizan la piel,
saciando el hambre de mi vida en humildes versos,
poemas, letras y canciones que alimentan mi corazón.

Amo las palabras cautivas.
Deseos y secretos quedan en el equipaje,
sin saber si quedan enterrados
o esperan en el andén la compañía de otro viaje
que, con el tiempo, perder.

En ti dejo recuerdos,
fragmentos de un amor que desvanece y muere de nostalgia.
No estoy listo para partir,
lejos todavía estoy de aquellas nuestras noches
que, junto al alba, nos abrazaban.

Suspiros de llanto viven ahora,
rompiendo mis madrugadas.
Palabras cautivas que calman mis heridas
y, a la vez, desgarran mi corazón.




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