calma que no cesa en la mirada
cuando su luz aparece una y otra vez
tras la reja de mi ventana.
Escucha mi tristeza,
mi silencio cuando mis ojos entre lágrimas hablan
de esta vida de tormento desde que casada y presa estoy
de alguien que mi cerebro daña.
Tarde voy para ser feliz,
tarde para una esperanza,
por eso ya con nadie soy
y solo de ella me siento amada.
«Luna llena»,
que mis penas guardas.
Poema propio.
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