Hoy el sol se quedó dormido
Salieron las nubes a pasear y la lluvia por su camino.
La calle amaneció mojada
y con ella, un poco el frío.

De repente, cambió todo lo previsto:
en el pensamiento, la publicación de un libro.
JÚLIA... mi nieta y amor divino.

Me dijeron: entre cincuenta y cien
los escritos.
Me aceleró el corazón porque no los tenía contados,
y me da miedo no llegar,
aunque ella no para en mi pensamiento,
pero siempre no le escribo.
Es por eso de este poema,
que pronto hará dos años de vida,
dos años en que, con ella, yo también había nacido.
No sé si al final entraré en la cuerda,
o se me hará un nudo en la garganta por no haber podido.
Pero me sirvió de excusa para escribir este poema
y decirle cuánto es que la quiero...
y ser de ella abuelo,
lo más bonito que este mundo ha conocido.

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