
Apareció en las palabras
como amanece el
sol en su mañana…
radiante en la textura de sus letras,
sin misterio en su
embaucadora mirada,
limpia en sus preguntas,
y en sus respuestas,
sincera
como un bebé
cuando de su teta mama.
La conocí ayer
sin importar su cara,
ni mucha ni poca edad,
se dice llamar Bea…
¡ni que fuera segoviana!
Mañana la veré
sin saberse observada,
pero en mi ser la tendré
cuando me diga «atrévete» ,
juega conmigo,
y si puedes ganarme…
Gana.
Poema propio.
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