IMG-20191113-WA0000.jpg

Eran cortas palabras,
casi ocultas en su tono.

Aquel hombre de buen traje,
de seria apariencia
y recto criterio,
sin desafío en la mirada,
lleno de momentos tiernos.

¡Cómo pasó el tiempo!
más de treinta años
desde aquel breve encuentro.

Me acercó a su vida,
«si quería ser servil me dijo»,
sin ser siervo.

Atendí su petición
y hasta el día de hoy,
por él sustento.

Con pudor y respeto…
le escribí estos versos.

Ya soy mayor señor,
y aún sigo por su elección viviendo,
antes que la memoria no recuerde,
le doy las gracias
por haber dado vida
a mi gente…
y a mí, por tan largo tiempo.

Gracias señor
aunque ya sea ausente,
siervo y servirle quiero
donde esté presente,
aunque solo sea con mi pensamiento.

3630802nuj8nmfdnt.gif

Poema propio.
Fuente de la imagen:
Cedida por:
Maria Teresa Baldrich.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *