No pensaba volver a verte.
No creí que volviera a respirarte,
sabiendo lo que tú sabes,
y que tus ojos con los míos
de nuevo quisieran verse.
Por un momento perdí la razón,
con desespero mi pecho encogió,
esperando ese eterno día de distancias cortas, que de ti solo pudiese respirar amor.
Los días se harán eternos…
Marchitará la flor,
el joven fruto maduro se hará mayor,
y mi espera por verte se hará tan larga
que ya quizás no me acuerde
cuando a tu lado esté…
ni dónde estoy ni de quién soy yo.
No pensaba volver a verte.
Qué feliz esta mañana cuando me dijiste:
«Café o mantel, disponible para los dos,
contigo puedo estar yo.»
Poema propio.
Fuente de la imagen IA