Cataluz, ansiado libro
Escrito en el interior de un marco,
sus versos grabados letra a letra,
sentimientos guardados sin saber de su razón algo descuidados.


Atrapado vivo en el mundo de las palabras. ¿Culpa?
Un conocido, compañero, amigo,
ahora ya como si fuese de sangre, hermano.

Vida dio a mi vida,
y muerte a mi yo malo.

Pintor, no de pared ni de pincel,
sino de emociones y sensaciones.
Son sus manos quienes dibujan en el lienzo,
y sus nudillos apretando,
entre nuevos y antiguos blancos trapos.

Viaja de París a Londres,
camina despacio, tímido.
Con garbo, siempre su gorra adecuada,
y, como su talante, se aleja cada día sin sobresaltos.

Mientras yo, con mi lápiz,
y mientras admiro su obra,
voy pintando letras grises,
palabras de amor y desengaños.
Frases entre letras de colores,
escritos de vivencias, escritos humanos.

Cataluz, nuestro ansiado libro.
Cataluz ha sido el origen de nuestro cuadro.
Agradecido hasta el infinito, amigo, hermano mío,
por, en esta vida de necedad, haberme despertado.

Ojalá, y por mucho tiempo,
yo pueda seguir con mis letras,
escribiendo a tus únicos, sentidos y maravillosos cuadros.

Cataluz ha sido en mi vida,
mi primer retrato.

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