Solo quise ser un buen tipo...
No lo tuve fácil,
ni de mayor ni cuando chico.

Siempre quise estar bien con los demás, y ese fue mi gran castigo:
alejarme de mi soledad y pensar que siempre era menos,
y el sufrimiento merecido.

Luché contra todo lo que tuve que luchar...
Saqué fuerzas del infinito.
Seguro tuve más errores que aciertos...
Y sin título donde colgar,
a todos los que pude quise ayudar,
aunque su ayuda fuese
pobreza y su olvido.

Ahora que la vida está ya más cerca del final que del principio,
no quisiera lágrimas en el adiós,
y sí, en la lápida, un pequeño escrito que dijera:
“Por aquí pasó un buen tipo.”