era bueno para quedar.
Casi siempre el mismo recorrido,
el mismo destino…
Ramblas de barcelona
dirección montaña- mar.
Acababamos siempre
en el mismo bar,
entre porches de un rincón
en la Plaza Real…
Paredes y sillas de madera,
música de Bob marley donde se podía alcohol beber y fumar,
tabaco de liar mal oliente y frias copas de cerveza
(doble malta de Voll dam),
las mesas cuadradas de mármol blanco lo vestían
y un altillo donde a veces
se podía nadie mirar.
Así pasábamos las noches
mi amigo Ángel y yo…
pocas palabras,
muchos complices silencios, buscando la nada
sin nada a quién encontrar.
Felices y llenos de inquietudes viviamos nuestros días,
estando juntos…
no hacia falta nada más.
¡Cómo y cuánto recuerdo a mi amigo,
cuánto tiempo ya el que no está,
cómo me acuerdo
de nuestras miradas
ahora que ya no se donde mirar!
No poseo fotografía suya,
solo el recuerdo no me hace olvidar,
espero que hasta mi muerte me respete su memoria,
como él siempre
respetó nuestra amistad.
Amigo Ángel,
que joven que te fuiste…
a saber quién y dónde
te quisieron llevar.
Poema propio.
Fuente de la imagen:
https://pin.it/4vyqC0f