cómo el aire fresco de la mañana,
llegó para quedarse el sudor frío qué de solo pensar en ella, gotas de placer derraman los sentidos cuando la siento viva tan dentro de mí
aunque su aliento
nunca habite cerca.
Me confió un amor imposible,
desnudo su cuerpo ante mis ojos
cómo si amante de su vida yo fuera.
Me dice, «te amo», a cada instante
sin saber mi razón que yo la quiero
como flor a su primavera.
Entró en mi vida para quedarse,
no se sabe cuál será la manera,
dos que quieren ser uno
para toda la vida amarse…
aunque separados vivan en esta maldita tierra.
Poema propio.
Fuente de la imagen… Propia