
Apareció entre nublados,
enérgica y clara,
en el tono, ni alto ni bajo.
Nos saludamos poco a poco
como la tortuga en su paso,
y aún sin abrir el día
sus rayos de alegría
y una fácil sonrisa
se apoderó del momento…
ya todo había cambiado.
Nos hablamos de las cosas
y de la vida,
ya supo más de mí
que muchas veces yo nunca hubiera recordado.
Ojos pequeños y espectantes,. crédulos en su mirada limpia.
Así conocí a Montse,
en una calle París
donde en sus manos entregué
mi cansada triste y feliz vida.
No sé si la volveré a ver,
si otra vez tendré
en mis ojos su dulzura,
me quedé con aquél
mágico instante
cuando conocí
a una hasta ahora gran desconocida.
Gracias por el instante de estar,
me dije…
en un encuentro sin mentiras.
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Poema propio.
Fuente de la imagen:
https://subastareal.es/pintura/dibujo-para-vidriera-modernista-pubilla-hoz-y-montserrat-tinta-y-acuarela-principios-de-siglo-xx

