Apenas tiene un año,
sin equilibrio en sus tambaleantes pies,
ni palabras claras en el habla,
solo un trozo de manjar coge en sus pequeñas manos.
Embrujo y encanto hay en su mirada,
eterna sonrisa en sus labios,
hace de Júlia la luz que ilumina mis noches,
mi mayor tesoro, ni comprado ni robado.
Inocencia pura de un mundo
limpio y sin tacha.
Poema viviente que mis versos escriben
que sin vida vivo
hasta que no la tengo entre mis brazos.
Poema propio.
Fuente de la imagen… Propia