un poco antes o después
de tu primer llanto,
allí donde la pubertad nace
y en el corazón brota
el primer amor y desengaño.
Si hubiese yo sido por ti el elegido,
no vivirías entre sombras y castigos,
porque mi amor sería tan grande
que sentirías a mi lado
como nunca nadie ha sentido,
desde que el universo nace hasta su infinito.
Si cruzara con el genio
de la mágica lámpara
y tres deseos concediera a mi capricho,
uno sería que me acercara a ti,
el segundo, declararte un amor puro y limpio,
y el tercero, que me dijeras
para toda la vida «sí»,
y vivir para siempre en tu cobijo.
Si yo hubiera nacido…
este poema de amor por ti
nadie nunca hubiera escrito.
Poema propio.
Fuente de la imagen… IA