Me fui con la ropa puesta,
dejé de ver mi alegre paisaje
y casi sin muda en la maleta y
en una larga distancia descansé mi anclaje.
Respiraba en tierra de nadie,
el sol en mis ojos no amanecía y
la oscuridad y su silencio no dormían la noche.
Del uno al diez
once era mi sufrir,
siendo fuerte donde la flaqueza vivía, solo había dolor
y en el rostro falsa alegría.
Pasó el tiempo de curación,
otra cultura me acogió,
otra lengua aprendía y a la vez me habló…
Otra forma de ser y estar mi razón y corazón recibió.
Dos raíces tiene mi destino…
Donde mis ojos la luz vio nacer
y donde pasea ahora mi camino.
No fue un error ni equivocación
otro tiempo y espacio haber conocido.
Emigrante soy…
Y de la vida agradecido.
Poema propio.
Fuente de la imagen propia. IA