
el silencio estaba en calma
y la mirada a traves de la ventana se perdía en su infinito.
Atrapado el aroma del café
quedaba entre los dedos,
en los otros mi lápiz
no dejaba de llorar el pensamiento…
El recuerdo de una madre
que poco a poco se nos va
sin poder despedirse
del cruel momento.
A nada ni nadie quiero ya escribir,
me quedo con mi dolor,
ya volveré al papel cuando el sol,
si no está roto en mi corazón
salga de nuevo.
Poema propio.
Fuente de la imagen… Propia.