Vivo atrapada en un laberinto
de recuerdos y tristeza,
náufragos en un océano de desamor.
Tu amor se ha convertido en cadenas
que me atan y ahogan en
una prisión de aflicción y dolor.
Suspiro por ese tiempo
de sanar esta herida,
de volver a encontrar
el fuego de la pasión,
de seguir adelante con mi vida
sin depender
de quien en este tiempo
de mi vida se alejó.
Esclava de amor muerto
en mi presente y pasado,
presa de mi fracaso
en una ya vieja juventud
que muy pronto marchitó.
Dueño sigues siendo de mis días…
Pero no de mi corazón.
Poema propio.
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