todo ha sido tan rápido,
chispeante,
que en un lienzo
dibujaría su recuerdo,
por si no hubiese un más adelante.
El baile de sus manos cuando habla,
su mirada embaucadora y
ojos grandes,
sus carnosos labios
pintaría en destellos cuando
toma un sorbo
y entreabre, siendo yo café
que en su garganta su negro amargor derrame.
Aprendiz soy de distancias cortas
y ella, condesa de altos vuelos,
sin importar flor donde descanse.
Poema propio.
Fuente de la imagen IA