Dejó ya de escribir para nadie el poeta,
se quedó su lápiz velado
en un cajón,
no quiso saber más de sus letras porque en su pensamiento vivía solo dolor.
Tanta palabra escrita
entre desdén, aclamo y veneración
para acabar compartiendo almohada con el aroma del alcohol.
Dejó de escribir para nadie el poeta…
La tinta de su vida en el tintero
evaporó.
Poema propio.
Fuente de la imagen propia.. IA