Eres ventana de mis días que
no sabe si me sueñas o de par en par
tus hojas tienes abiertas
a otro que apaga el fuego de tu vida.
Eterno abismo en el que vivo
cada vez que te respiro acabo en un suspiro de lamento porque sé que nunca podré apartar con mis dedos tu cabello, acariciar con mis labios tu
excelso cuello mientras susurro al oído que para siempre serás mía.
Fantasía de ignorante enamorado
que nunca a nadie declaró su amor
por temor a un siempre no como eterna compañía.
Poema propio.
Fuente de la imagen. IA